domingo, 25 de mayo de 2014

METASTASIS

METASTASIS 
1.       Capacidad para invadir y metastizar: para que las células tumorales se liberen de una masa primaria, entren los vasos sanguíneos o los linfáticos y produzcan un crecimiento secundario en una localización distante, deben tener una serie de pasos. La cascada metastásica se divirá en 2 fases:
1)      Invasión de la MEC: las células tumorales deben interaccionar con la MEC. Un carcinoma debe romper la MB, después atravesar el tejido conjuntivo intersticial y finalmente obtener acceso a la circulación penetrando en la MB vascular. Esto se repite a la inversa cuando los émbolos celulares tumorales se extravasan en una localización distante. La invasión de la MEC es un proceso activo que puede determinarse en varios pasos:
ü  Cambios en la interacción célula-célula del tumor: las E-cadherinas interaccionen con cateninas y el citoesqueleto de actina y mantiene las células juntas. La regulación negativa de la E-cadherinafacilita la liberación del tumor y su avance a tejidos circundantes.
ü  Degradación de la MEC: las células tumorales pueden secretar enzimas proteolíticas que regulan la invasión tumoral. La degradación de colágeno y proteoglucanos también tiene efectos quimiotácticos, angiogénicos y promotores de crecimiento.
Las células pueden adoptar otro tipo de invasión denominado “migración ameboide”, en la que la célula se mete a través de espacios en la matriz.
ü  Fijación a nuevos componentes de la MEC: la pérdida de adhesión en las células normales conduce a la apoptosis. Las células tumorales son resistentes a esta forma de muerte celular. Adicionalmente, la MEC se modifica de formas que promueven la invasión y metástasis.
ü  Migración de células tumorales: esto ocurre a través de las membranas basales degradadas y las zonas de proteólisis de la matriz. Esto es potenciado por citocinas. Los fibroblastos asociados al tumor muestran una expresión alterada de los genes que codifican las moléculas de la MEC, proteasas, inhibidores de la proteasa y varios factores de crecimiento. Por tanto, las células tumorales viven en un entorno complejo y cambiante compuesto por la MEC, factores de crecimiento, fibroblastos y células inmunitarias.
2)      Diseminación vascular y alojamiento de las células tumorales: en la circulación, las células tumorales tienen a agregarse, particularmente con plaquetas. También pueden unirse a factores de coagulación y activarlos, dando lugar a la formación de émbolos que se adhieren al endotelio y atraviesan la MB para extravasar en localizaciones distantes. En la nueva localización, las células tumorales deben proliferar, desarrollar una irrigación vascular y elevar las defensas del anfitrión.
El lugar en que las células tumorales salen de los capilares para formar depósitos secundarios está relacionado con la localización anatómica del tumor primario y la mayoría de las metástasis aparecen en el primer lecho capilar disponible para el tumor. Además, las células tumorales pueden tener moléculas de adhesión cuyos ligandos se expresan preferentemente en las células endoteliales del órgano diana. Las quimiocinas tienen un importante papel en la determinación de los tejidos diana de las metástasis. En algunos casos, el tejido diana puede constituir un ambiente no permisivo para el crecimiento de las células tumorales.
  Hay genes supresores de metástasis cuya pérdida promueve el desarrollo de metástasis sin un efecto sobre el tumor primario.

 La expresión de un oncogén de metástasis favorece el desarrollo de metástasis sin efecto sobre el tumor primario. 




martes, 13 de mayo de 2014

TUBERCULOSIS SECUNDARIA

  
 La tuberculosis (TBC) pulmonar es causada por la bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis y se puede adquirir por la inhalación de gotitas de agua provenientes de la tos o el estornudo de una
persona infectada. La infección pulmonar resultante se denomina tuberculosis primaria. La mayoría de las personas se recupera de esta infección sin evidencia mayor de la enfermedad.
La infección puede permanecer inactiva (latente) por años y en algunas personas se puede reactivar, a esta reactivación se la denomina TBC secundaria.
Por otro lado, la TBC secundaria se relaciona con una reinfección exógena en el seno del deterioro de la inmunidad del anfitrión. Afecta los segmentos apicales de los lóbulos superiores, donde la gran concentración de oxígeno favorece el crecimiento de las micobacterias.


La lesión inicial es por lo general menor de 2cm de diámetro, a 1-2cm de la pleura apical. Estos focos tienden a la caseificación central y fibrosis periférica.
La TBC pulmonar secundaria puede curar con fibrosis espontáneamente o tras tratamiento, dejando solo cicatrices fibrocálcicas y provocando una distorsión de la arquitectura pulmonar; o puede progresar y extenderse a otras vías.
En la TBC pulmonar progresiva la lesión se expande al pulmón adyacente y finalmente erosiona los bronquios y vasos, lo que produce hemoptisis. Además, la cavidad pleural está afectada y pueden desarrollarse derrames pleurales.
El grado de afectación parenquimatosa varía mucho, desde pequeños infiltrados a un proceso cavitario extenso.
Al formarse las cavernas su contenido necrótico y licuado puede diseminarse a través de las vías respiratorias, conductos linfáticos o el sistema vascular. Esto deriva en la enfermedad pulmonar miliar donde el material que fue drenado por los linfáticos pasa a la sangre venosa y vuelve a circular hacia el pulmón. Las lesiones miliares pueden expandirse y fusionarse dando lugar a la consolidación de grandes regiones o lóbulos completos.
La tuberculosis puede evolucionar a:
Ø  TBC endobronquial, endotraqueal y laríngea: puede ser la causa de una diseminación linfática o por material infeccioso expectorado.
Ø  Linfadenitis: infección de los ganglios linfáticos extrapulmonar, más frecuentemente en la región cervical.
Ø  TBC intestinal: por tragar material expectorado infeccioso. Los organismos se siembran en los agregados linfoides de la mucosa del intestino, sufren inflamación granulomatosa que puede conducir a ulceración.
Ø  Tuberculosis miliar sistémica: se presenta cuando las bacterias se diseminan por la circulación arterial sistémica. Es más prominente en hígado, médula ósea, bazo, suprarrenales, meninges, riñones, trompas de Falopio y epidídimo.
Ø  TBC aislada: aparecen en cualquier órgano o tejido y son sembradas por vía hematógena. 

En las primeras fases evolutivas de la enfermedad las manifestaciones clínicas suelen ser inespecíficas, consistiendo sobre todo en fiebre y sudores nocturnos, pérdida de peso, anorexia, malestar general y debilidad. Sin embargo, casi siempre acaba apareciendo tos (al principio seca y luego con excreción purulenta). Con frecuencia se advierten estrías de sangre en el esputo. A veces aparece hemoptisis masiva como consecuencia de la erosión de un vaso totalmente permeable situado en la pared de la caverna.
Si bien se señala que hasta un tercio de los pacientes con tuberculosis pulmonar grave fallece pocas semanas o meses después del comienzo, otros experimentan un proceso de remisión espontánea o siguen una evolución crónica. En estas circunstancias, algunas lesiones pulmonares se vuelven fibrosas y más tarde pueden calcificarse, pero las cavidades persisten en zonas de los pulmones. Los individuos que padecen estas formas crónicas siguen expulsando bacilos tuberculosos al exterior.
La mayoría de los pacientes responde al tratamiento con desaparición de fiebre, disminución de la tos, aumento de peso y mejoría general en varias semanas.


TBC pulmonar secundaria. Lóbulos superiores de ambos pulmones 
estan afectados con materia gris-blanquecina de caesificación  y 
múltiples áreas de reblandecimiento y cavitación. 




 Este ejemplar muestra un pulmón gravemente afectados 
por la tuberculosis pequeños granulomas moreno,
de 2 a 4 mm de tamaño,repartidos por todo el
parénquima pulmonar.
                                                                                                              

                                                                                                  Este es un patrón "miliar" de granulomas. Hay una multitud
                                                                          de pequeños granulomas moreno, de 2 a 4 mm de tamaño,
                                                     repartidos por todo el parénquima pulmonar.















lunes, 5 de mayo de 2014


PASOS DE LA FAGOCITOSIS




NEUTROFILOS

MONOCITOS













MECANISMOS DE FAGOCITOSIS

                                                                    

                                                               Mecanismos de fagocitosis


LA FAGOCITOSIS es un tipo de endocitosis por la que algunas células rodean con su membrana citoplasmática a una sustancia extracelular, la ingieren y la degradan. Cuando una partícula se une a los receptores de la superficie celular, ésta emite pseudópodos que engloban dicha partícula para formar el fagosoma, que se fusiona posteriormente con lisosomas para dar origen al fagolisosoma que se encargara de degradar la sustancia fagocitada.En los organismos unicelulares la función fagocítica es el único medio por el cual adquieren su alimento.
En los animales más evolucionados, la función de los fagocitos constituye un eficiente mecanismo de protección contra agentes infecciosos y de eliminación de células muertas o seniles.


La fagocitosis está a cargo de células especializadas, principalmente los polimorfonucleares neutrófilos y los macrófagos. Los primeros son células sanguíneas circulantes que se ponen en contacto con el material a fagocitar a través de la respuesta inflamatoria, son efectivos durante el inicio de infecciones por bacterias. Los macrófagos provienen de monocitos circulantes o bien están distribuidos estratégicamente en los tejidos, participan en etapas más tardías de la inflamación fagocitando bacterias y restos celulares; generalmente actúan en concomitancia con respuestas inmunes adaptativas.

Los fagocitos llegan al foco de lesión por QUIMIOTAXIS, movimiento orientado según un gradiente químico.

1) Se inicia a raíz del contacto de esta célula con factores quimiotácticos endógenos (citocinas, complemento, metabolitos del ácido araquidónico) o exógenos (productos bacterianos, algunos lípidos y N-formilpéptidos). Estos agentes se unen a receptores ligados a proteína G que desencadenan aumento de Ca2+ citosólico y activan guanosinas trifosfatasas y cinansas  que inducen la polimerización de actina y el leucocito se desplaza extendiendo los filopodios.

2) El reconocimiento y contacto con material a ser fagocitado está mediado por opsoninas que pueden ser anticuerpos o el fragmento C3b del complemento. Dicho reconocimiento se da por los “receptores para opsoninas”. Además lo leucocitos cuentan con receptores para productos bacterianos, “receptores de tipo señuelo (TLR)” que se asocian a cinasas que estimulan la producción de sustancias microbicidas; “receptores para manosa” que se ligan a la manosa presente en células microbianas y “Receptores barredores” que se unen a las partículas de baja densidad (LDL) oxidadas o acetiladas y median su endocitosis.

3) La unión de la opsonina con la membrana celular gatilla la formación de vacuolas fagocíticas y activa la enzima NADPH oxidasa la cual comienza a generar radicales libres tales como anión superóxido, ión hidroxilo y peróxido de hidrógeno. Esto sucede cuando se está formando el fagosoma.
 La fagocito oxidasa tiene una porción en la membrana y otra en el citosol; la segunda tiene la capacidad de trasladarse al fagosoma.

4) Posteriormente, se produce la fusión del fagosoma con lisosomas celulares constituyéndose el fagolisosoma. Al verter su contenido al fagosoma, estos organelos aportan mieloperoxidasa que genera hipoclorito a partir del peróxido de hidrógeno. El anión superóxido, el ión hidroxilo, el peróxido de hidrógeno y el hipoclorito son parte de los mecanismos bactericidas oxígeno-dependientes. Actúan sobre la membrana bacteriana produciendo peroxidación de lípidos, rompimiento de proteínas de membrana y de uniones disulfuro entre ellas y formación de uniones cruzadas entre lípidos.

5) Los gránulos específicos y azurófilos de los polimorfonucleares aportan también diversas proteínas con capacidad bacteriostática y bactericida entre las que se encuentran: lisozimas que hidrolizan el enlace acido murámico-N-acetilglucosamina presente en la membrana de bacterias; lactoferrina que priva a las bacterias de un elemento esencial para su vida, el hierro; proteína básica mayor de actividad bactericida limitada, pero resulta citotóxica para muchos parásitos; elastasa contribuye a la destrucción microbiana y la proteína bactericida/aumentadora de la permeabilidad que se liga a la endotoxina bacteriana y se considera importante en la defensa frente a algunas bacterias gramnegativas.
Finalmente, las enzimas hidrolíticas de los lisosomas digieren a los microrganismos muertos.


6) Durante la fagocitosis se produce frecuentemente liberación de enzimas hacia los tejidos extracelulares. Por ejemplo las enzimas lisosómicas tales como las proteasas neutras que contribuyen a la fluidificación de la matriz extracelular. Asimismo aporta mediadores químicos de la inflamación tales como las proteínas catiónicas. Estos mediadores aumentan la permeabilidad vascular en forma directa o induciendo la liberación de histamina en la célula cebada. También son quimiotácticos para monocitos.